jueves, 28 de julio de 2011

la Chelo Cap2


Mientras me hacia la invitación a que le acompañase, que nos divertiríamos se lavaba las manos en su única pileta, un latón rojo de plástico restregando con fuerza una esponja sobre sus dedos comentando que le costaba limpiarlos bien, por lo curtido que se los dejaba el polvo de ladrillo, _ ¡puta!_ maldecía mientras restregaba como para sacar más que mugre, años, de sus dedos, y bue se consoló_ un poco salió, ¿vos que decís?_ Mire su mano y uno de los dedos parecía haber sido acariciado con excesiva fuerza por una maseta, _ Si limpios están, deje caer,_. Pero ya no me escuchaba estaba guardando sus tortas fritas en un bol el que metió en un morralito junto con dos revistas de espectáculos, papel higiénico, una toalla y su preciada zunga, la que una amiga brasileira le trajo hace tres años, antes de guardarla me la mostro diciendo me queda al cuerpo, estoy divina no engordo un gramo, mientras la extendía frente mi cara el color de un verde flúo podría servir como baliza en una noche de niebla, la volvió a doblar con cuidado y guardar en su morralito, busco en una repisa en la pared sobre el costado de su cama ,y de allí tomo dinero para el ómnibus, algo mas por si algún chongo le cobraba por el servicio , y con su mejor sonrisa agrego - lo que o debe de faltar en la cartera de ninguna loca espetó, mientras guardaba condones en el bolsillo de su pantalón , salimos de su casa me paso el morral para cerrar la puerta de su casa además de poner un candado.
Caminando hacia la parada me contaba que en dos días se iría a ver a sus padres quienes Vivian en Tacuarembó , en realidad vería a su madre ya que de chico se fue de la casa porque no serví pa hombre, según mi padre el que después de una paliza lo había echado del tambo del que era capataz, a los quince me dio su ultima orden que fuese a ordeñar con los peones a las vacas y yo era la mejor ordeñando pero no precisamente a las vacas, cuando mi padre llego donde el ordeñe, me encontró prendida de la teta del Claudio, 20ctm de pezón duro y punzante , ahí se armo la gorda, mi padre se entero de que jamás había ordeñado una vaca y que durante dos años le había ordeñado a los seis peones todas las mañanas, como si bailase el mejor de los malambos sobre mi estomago y costillas mi padre descargo su furia, nunca corrí tanto como cuando pude escaparme de debajo de sus botas entre gallinas, chanchos , caballos y cuanto bicho se asustaba a mi paso yo más que ellos lograba saltar cercas de 3 mts como si nada y corrí hasta que alguien invisible mas enojado que mi padre parecía exprimirme los pulmones sin permitir que a ellos llegara el aire, por mi boca un silbido angustioso me hacía saber que las fuerzas ya no me daban y me dormí sobre los juncos al borde de un bañado, donde me desperté luego de varias horas abrigado por el calor del sol ya sin angustia alguna, a mi lado un bolso de cuero que reconocí como de mi madre, tenía en su interior algo de mi ropa, mis documentos y en uno de sus bolsillos externos dinero. Años después me entere de que mi madre le había pedido a uno de los peones que me buscase y me entregara el bolso junto al dinero había una esquela escrita a la apurada en la que se leía en letra temblorosa, lo amo mi hijo cuídese y dios lo ayude

novicia Alma Marcela Goza: LA CHELO Cap 1

novicia Alma Marcela Goza: LA CHELO Cap 1

LA CHELO Cap 1


La veo aun con las manos llena de harina después de tanto amasar, es que tiene que llevar algo para darse fuerza después de tanto “trabajo por hacer” , o por si no lo hace tener algo para hacer muela y distraerse mirando el mar , La Chelo siempre se guardaba el dolor de las burlas gratuitamente obtenidas , flaca linda de cara, pero sin carnes en sus huesos, y con un caminar que parecía se fuera a quebrar en cualquier momento, La Chelo iba por la vida recolectando agresiones de todo tipo y color, aprendió de boca de otros muchas formas despectivas de llamar a un gay, pero decía ella que cuando se lo gritaban le ponían música a su vida y entonces más se zarandeaba y exageraba su andar danzando al compás de los insultos .
Su casa no olía a incienso, ni cera de pisos, si a comida de la más variada como si fuera un tenedor libre pero sin alimentos, hoy olía a grasa es que junto a la ultima torta frita también se había cocinado en demasiado la grasa donde las fritaba, 20 días de vacaciones, los que saco en verano porque quería disfrutar de la playa claro que su playa era en la turisferia donde además de tomar sol y bañarse uno podía tener algún ligue abrigado por los pequeños médanos vestidos de baja vegetación, su hogar era un losft de 4x4 con una sola ventana la que le servía de extractor ya que debajo de ella sobre una mesita que le hacía a la vez de fogón donde poner su garrafa de tres kilos también oficiaba como mesa de almuerzo, había días en los que quitaba la garrafa para comer, otros en los que cansada de trabajar en la barraca de ladrillos ,comía con la garrafa encima como si fuese un candelabro sin velas que encender _total se decía, siempre ceno sola_. Como compañía y a modo de mascota tenía una planta, un gomero, _ requiere poco cuidado además no da flores, es triste ver como se marchitan _ explicaba en un suspiro mientras alimentaba a su “mascota” con un vaso de agua fresca.