lunes, 14 de julio de 2008

29 DE JULIO DIA DE LUCHA CONTRA EL SIDA

EXTRAIDO DE DIARIOSALUD.NETUN POCO DE HISTORIA

1981-2006: Un cuarto de siglo del sida en Uruguay




En 1981 se detectaron los primeros casos pero en Uruguay no fue hasta mucho después cuando los médicos se dieron cuenta del desastre que causaría el virus. Los testimonios de un médico y un hombre que desde hace 22 años es portador. Hace 22 años, cuando un médico desconocido le dijo en un hospital bonaerense que tenía VIH-Sida, el término le resonó en los oídos pero no terminó de entender de qué se trataba. Néstor Flores entonces tenía 33 años, vivía en la capital vecina y antes lo había hecho en Brasil, en un trajinar que lo llevó a varios países alejándose de la dictadura uruguaya. Ahora, a los 56, con la sonrisa siempre dispuesta y de vuelta en Uruguay, Flores dice que "vivir con VIH es vivir con VIH: unas cuantas pastillas al día y bastante discriminación".


La noticia en Buenos Aires no lo shockeó. ¿Por qué iba a asustarlo si nadie sabía qué era el tal VIH-Sida? Pero tampoco lo sorprendió. Aunque poco sabía sobre la misteriosa enfermedad, casi por instinto adivinaba que derivaba de sus años de adicción a las drogas. Néstor nunca descubrió en qué momento preciso se contagió el virus que por primera vez se detectó en 1981, en Estados Unidos, y que en 2005 afectó a más de 40 millones de personas en todo el mundo.

Con escasas instrucciones —"no se drogue más, ojo con las relaciones sexuales"— el entonces chofer de camiones siguió con su vida pero no fue hasta unos cuantos años después, a la vuelta a Uruguay, cuando entendió la magnitud del virus que lo había invadido. En pocos días, el 5 de junio, se cumplirán 25 años desde la primera vez que las autoridades sanitarias estadounidenses detectaron que un grupo de homosexuales eran víctimas de infecciones varias. Dos años después los científicos descubrieron que tales enfermedades "oportunistas" no eran pura casualidad y ni siquiera "el castigo del cielo" que algunos pronosticaban para los gays; para entonces muchos habían muerto pero nadie, aún, tenía la más mínima conciencia de que el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) ya se había convertido en una de las más terribles epidemias de la Humanidad.

Por esas fechas, pero en Uruguay, el dermatólogo Ignacio Mirazo empezó a leer "alguna cosa" relativa al VIH. "Como todos yo pensaba que era una enfermedad rara, como si ahora habláramos de la virus del Nilo en Uruguay. Por varios años ni me imaginé que sería la epidemia en que se convirtió". Entonces los dermatólogos eran de los primeros médicos en ver a los pacientes con Sida, porque muchos tenían Sarcoma de Kaposi, una enfermedad que produce lesiones muy visibles en la piel.

Casi por casualidad Mirazo pasó a trabajar con pacientes con Sida, al incorporarse al Servicio de Enfermedades Infecto Contagiosas (SEIC), un departamento que por entonces languidecía ya que eran pocas las dolencias de ese tipo que a esa altura no se podían tratar con antibióticos. Pero pronto sus salas estarían de nuevo llenas. Hoy, casi 3.000 personas se atienden allí, la mitad de la población "declarada" que en Uruguay sabe que tiene VIH. Los estudios centinela, sin embargo, indican que los infectados pueden ser de 12.000 a 18.000, aunque buena parte de ellos ni siquiera lo sabe.

En cuatro años más Mirazo terminó dirigiendo el SEIC y, en el camino, eliminando sus propios miedos y discriminaciones. En Estados Unidos, en tanto, la respuesta fue, en casi cualquier nivel, nula. El presidente Ronald Reagan no habló públicamente del Sida hasta cuatro años después de haberse detectado. Para entonces en su país ya habían muerto 12.000 personas.

En su consultorio del SEIC Mirazo intentaba comprender qué hacer para aliviar el sufrimiento de personas que entonces estaban inexorablemente marcadas para la muerte. Hasta 1996, cuando comenzó a usarse el triple cóctel, una persona VIH podía tener más o menos suerte con respecto al momento en que pasaría a la etapa Sida, pero siempre pasaba. Una vez en ese estadio era poco probable que viviera más de 36 meses.

Para 1987 en Uruguay se habían visto escasos pacientes con VIH, la mayoría de ellos provenientes del extranjero; "eran uruguayos que venían de Estados Unidos y de Europa, con siete años de infección. Prácticamente venían a morir acá", recuerda Mirazo.

En esa época Néstor Flores ya había comenzado a perder a varios de sus amigos, aquellos que formaban el grupo con el que se drogaba. El primer muerto por el Sida en el país fue uno de ellos. Varios años después de detectada la enfermedad, el "cuco" del Sida estaba instalado en todos lados. "Yo no tengo empacho en admitir que en los primeros tiempos no me sentaba en un lugar en el que hubiera estado sentado un paciente VIH positivo", dice el médico. Con el conocimiento y la confianza, Mirazo cambió sus temores por un compromiso complicado: ayudar al paciente a morir mejor. No había otra esperanza.

La vuelta a Uruguay significó para Flores el cabal entendimiento del virus que portaba. "Y entendí lo que era la discriminación, total y brutal", dice. En la cárcel, por la que pasó más de una vez, Flores era aislado en una celda especial, además de comer aparte y tener cubiertos sólo para él. A la salida, conseguir trabajo para un ex-presidiario y un portador de VIH, se hizo imposible.

"En 1996 los médicos uruguayos comenzaron a utilizar el llamado triple plan, una combinación que primero fue de tres drogas pero que ahora generalmente incorpora cuatro. El avance cambió sustancialmente la realidad de la enfermedad pero también la forma en que es concebida por todo el mundo. Sida dejó de ser, en la mayoría de los casos, sinónimo de muerte segura y se convirtió en una enfermedad de evolución crónica", explicó Mirazo. Hasta entonces los enfermos habían tomado AZT, una droga que originalmente había sido utilizada contra el cáncer sin demasiado éxito, pero que se reflotó para intentar paliar los efectos del Sida. Todavía sigue siendo la droga madre, pero no como una monoterapia sino siempre combinada con otras.

Flores, a diferencia de muchos de sus amigos infectados, no pasó a etapa Sida hasta fines de 1995. Haberlo hecho dos años antes le hubiera significado la casi segura muerte. En cambio, cuando le sucedió ya existía el triple plan que toma desde entonces, cuatro pastillas de mañana y cuatro de noche, "religiosamente, las llevo siempre conmigo", dice señalando su bolso.

El triple plan implicó un cambio radical para los pacientes, pero no un milagro, porque no cura el VIH. "Con el tratamiento adecuado, aplicado en tiempo y forma y con adherencia, se puede detener el deterioro inmunológico del paciente y se logra que no pase a etapa Sida. O, aquel que lo está, que recupere su inmunidad, aunque casi nunca a los niveles normales de una persona inmuno-competente", dijo Mirazo.

Claro que para llegar al nivel de éxito que permite que la persona pueda planear un futuro, el médico debe afinar la "puntería" al máximo, para elegir las drogas y las dosis más adecuadas que hagan efecto sobre el tipo especial de VIH que afecta a la persona en cuestión. "Y no hay mucho margen para equivocarse. No tengo demasiadas cartas para jugar. Si juego muchas sin éxito luego ya no puedo repetirlas, porque crean resistencia", reconoce el médico.

Entre sus pacientes hay muchos que viven con VIH sin problemas desde hace 10 años, luego de que comenzaron a tomar el triple plan. En la memoria quedan cientos de personas pero algunos casos sobresalen, probablemente por lo complicados o por la falta de esperanzas que en su momento los rodeó. Entre los que más recuerda el médico están los jóvenes, uno de los grupos poblacionales que en Uruguay está siendo más afectado por el virus. Mirazo ya ha visto paciente de 13 y 14 años. Menos de un año atrás llegó hasta su consulta una joven de 16 años que ya estaba en etapa Sida. Había ido al médico por una gripe supuestamente común pero luego de recurrentes infecciones su médico le indicó un examen de VIH. Dio positivo y la adolescente terminó en el CTI. Con la medicación adecuada, "ahora nadie diría que tiene VIH".

Las cifras sobre el VIH-Sida en Uruguay indican realidades complicadas. Pero no asustan a muchos, reconocen las autoridades y el propio Mirazo. A esta altura, opina el médico, la enfermedad se ha "trivializado", tal vez incluso como consecuencia de la nueva esperanza de vida que acercaron las nuevas drogas. El triple plan amplió el horizonte de vida, admite Mirazo, pero no cambió tantos otros condicionamientos que derivan del VIH: consultas médicas permanentes, que muchas veces influyen en el trabajo, varias pastillas al día con diferente nivel de aceptación-rechazo, secretos que incomodan, vida sexual mucho más complicada, con negativas por parte de parejas que no quieren arriesgarse.

Néstor Flores dice que ya superó buena parte de la discriminación y, a diferencia de muchos portadores, prefirió no esconder su enfermedad. Los primeros en saberlo fueron sus hijos y ahora hasta lo habla con los nietos.

Las cifras, pero sobre todo la experiencia diaria de Mirazo, señalan que la epidemia se ha hecho fuertemente femenina. "Al principio apenas veíamos una mujer, la relación era de 15 hombres cada una mujer con VIH. Ahora son dos hombres por cada mujer. Y no es porque haya menos hombre con el virus. Es porque hay muchas más mujeres", explica.

La enfermedad además, muy pronto dejó de ser el "castigo divino" de homosexuales, bisexuales o trabajadores del sexo, para generalizarse a toda la población. La tendencia se acentuó en los últimos años y ahora todos los homosexuales, bisexuales y prostitutas que en Uruguay tienen VIH son menos que los heterosexuales infectados. A pesar de eso, la vieja y nunca cierta fórmula VIH=homosexual, sigue pisando fuerte cada vez que una persona se identifica como positiva. A eso casi se acostumbró Néstor Flores. "Me trataban como un marica", dice.

Tal vez lo más preocupante es que, como tantas enfermedades, el VIH-Sida se pauperizó, dice Mirazo, bajando a las clases más desfavorecidas y, sobre todo, a los grupos más expuestos al consumo de drogas. Así se han generado nuevos casos porque el desenfreno que produce la sustancia hace perder cualquier tipo de límites.

Los miedos iniciales del médico desaparecieron. Pero los de la mayoría de las personas comunes y corrientes —las VIH negativas—no. El médico reconoce que la discriminación contra los portadores del virus sigue siendo fuerte, aunque disimulada. A nivel laboral, admite, muchos de sus pacientes perdieron sus trabajos, aunque la "excusa" para el despido nunca menciona al VIH.

Al mismo tiempo, ese "horizonte de vida" que abrió el triple plan también comenzó a generar gastos en Salud Pública que ahora se multiplicarán por varias décadas. El paciente de 20 años que hoy es diagnosticado, tendrá que tomar su medicación tal vez hasta los 70 u 80 años, dice Mirazo. Cada 36 horas un uruguayo se infecta.

Nelson Flores sigue viviendo con VIH. Presenciar la muerte de sus amigos fue doloroso, dice. Pero ya superó el miedo a la muerte. "Al menos se que de ésto no me voy a morir. Me puede agarrar un auto o me puede dar un ataque al corazón, pero de Sida no me voy a morir".

Mirazo sigue en el SEIC, como desde hace 20 años. A esta altura, con años de trabajo que se computan como dobles por el alto riesgo de la labor, ya tiene los suficientes como para jubilarse. Está pensando en hacerlo, dice, pero no se le nota apuro.

Esperanza de una vacuna

Desde que la epidemia del Sida se destapó como tal, los científicos comenzaron a correr la desesperada carrera por desarrollar una vacuna que, esperan, pueda vencer al virus. En la actualidad hay 17 vacunas experimentales que están siendo probadas en fase I, cuatro en fase II (incluida la de Merck contra el vector del adenovirus, en fase IIb) y sólo una en fase III; en este último caso se trata del ensayo de una vacuna combinada de Alvac, extraída del vector de la viruela del canario, y AIDSVAZ. La prueba clínica es dirigida por los Institutios Nacionales de Salud de Estados Unidos y se está realizando en Tailandia. Fuente: Organización Mundial de la Salud.

Cifra y cronología

3.1 millones. Es la cantidad de personas que en 2005 murieron como consecuencia del Sida, de las cuales 570.000 eran niños. Se estima que más de 40 millones de personas viven con el virus.

1981
El 5 de junio, el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reportó que en el período octubre1980-mayo1981, cinco hombres jóvenes, todos activos homosexuales, fueron tratados de neumonías por Pneumocystis carinii. Todos tenían antecedentes de otras infecciones. Dos murieron/ El 4 de julio el CDC reportó que durante los 30 meses anteriores se diagnosticaron 26 casos de Sarcoma de Kaposi entre hombres homosexuales, ocho de los cuales habían muerto 24 meses después del diagnóstico.

1982
El CDC vincula la nueva enfermedad a la sangre/Por primera vez, el 27 de julio, se utiliza el término Sida (Síndrome de la Inmuno Deficiencia Adquirida).

1983
El Instituto Pasteur descubre el virus (VIH)/

1984
El doctor Robert Gallo alega que él descubrió el virus que causa el Sida.

1985
En Estados Unidos se aprueba el primer test para HIV. Comienzan a testearse los bancos de sangre en Japón y Estados Unidos/El presidente Ronald Reagan menciona la palabra "Sida" en público por primera vez/ Muere el actor Rock Hudson.

1986
Reagan menciona al Sida en su Mensaje al Congreso sobre la Agenda del Futuro.

1987
En Estados Unidos se aprueba la primera droga contra el VIH, el AZT. La recomendación entonces era tomar una pastilla de 100 miligramos cada cuatro horas, ininterrumpidamente/Estados Unidos cierra sus puertas a inmigrantes y viajeros con VIH/ Reagan dice que el Sida es el "enemigo público número uno".

1989
Luego de dos años de intensas protestas por el elevado precio del AZT, el laboratorio fabricante (Burroughs Wellcome) baja el precio de la droga en un 20%.

1990
Reagan se disculpa por haber ignorado la epidemia mientras era presidente.

1991
10 millones de personas tienen VIH en todo el mundo/El basquetbolista Magic Johnson admite públicamente que es portador/Muere el cantante Freddie Mercury.

1992
Se realiza la primera prueba clínica con varias drogas para el tratamiento del VIH.

1993
Cuatro jerarcas de un banco de sangre francés son enviados a prisión por permitir que sangre infectado con el VIH fuera utilizada/Investigadores europeos demuestran que tomar AZT en las primeras etapas de la enfermedad no tiene beneficios.

1995
Estados Unidos admite que fue el Instituto Pasteur el que descubrió el virus que causa el VIH, y no Robert Gallo, investigador de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

1996
Magic Johnson vuelve a jugar al basquet/En Estados Unidos se aprueba el uso del Ritonavir y de Indinavir, ambos inhibidores de la proteasa/La revista Time nombra como Hombre del Año al investigador sobre Sida, David Ho/Los pacientes con VIH ya pueden retrasar la etapa Sida, tomando una combinación de hasta 60 drogas diferentes, conocida como el "cóctel" del Sida.

1997
En todo el mundo, unos 22 millones de personas tienen VIH. Hasta ese año, seis millones y medio habían muerto como consecuencia del virus.

1998
Comienzan las pruebas clínicas con una vacuna contra el Sida

1999
La Organización Mundial de la Salud calcula que la expectativa de vida en Sudáfrica bajó de 59 años en la primera parte de los 90 a los 45 años, como consecuencia del Sida.

2001
El Sida baja la expectativa de vida de países como Botswana, Malawi, Mozambique y Swazilandia, en 20 años, por debajo de los 40.

2004
El 95% de las personas con VIH viven en el mundo en desarrollo.

2005
Vence la patente del AZT y en Estados Unidos se aprueban varias versiones genéricas.

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